Y por eso, en lugar de escribir sobre Austria, Eslovaquia, los "pescaitos" fritos o cualquier otro tema culinario lejano a las tierras vascas, hoy tan sólo voy a poner un par de fotos de lo que representa la esencia de estar en casa. Una comida de amigos de la ikastola (escuela en vasco), en una sociedad gastronómica (en Bizkaia le llaman Txoko…), en donde lo esencial es que sólo los hombres pueden entrar en la cocina, y la exaltación del producto suele ser la nota predominante.
Pues bien, en esta ocasión, en la capital de Euskadi, Eibar, tuve el gustazo de compartir cena con los amigos de toda la vida. Santana y Mendoza al mando de los fogones, y el resto de nosotros disfrutando de un menú sencillo y tradicional, pero totalmente efectivo: ensalada ilustrada, entrantes a base de tostas de pan con pasas, brie y mermelada de tomate, bacalao con tomate y cómo no…chuletón!
De postre, unos gin tonic preparados por Mikel que nos supieron a gloria...
Lo que disfrutamos no se puede describir aquí…porque la gastronomía no se trata tan sólo de deglutir alimentos. Se trata de compartir momentos, vivencias, experiencias…es el concepto de gastronomía entendido como "parque de atracciones" teniendo como base la comida.
Pues nada, que os dejo las fotos puestas….
